Hemos visto como las redes tecnológicas han ido evolucionando desde inicio de los 80, en donde por primera vez los humanos empezaron a comunicarse a través de un protocolo analógico permitiendo transferir solo voz. Hoy día, navegamos a través de la red 4G, lo que nos permite transferir datos (archivos multimedia, voz y datos) mediante el protocolo IP.
Sin embargo, la red 5G ha sido la gran protagonista en los últimos meses. Y es que esta quinta generación de telefonía móvil todavía se encuentra en periodo de pruebas, pero se estima que para el 2020 la mayoría de los dispositivos móviles ofrezcan conectividad 5G, por lo que aumentará la velocidad de transferencia de datos de nuestros teléfonos inteligentes respecto a la red 4G, lo que permitirá navegar a más de 10 Gbps por segundo y con menor latencia que la actual.
En conclusión, las mejoras que aporta la conectividad 5G respecto a las generaciones anteriores son:
1. Ancho de banda y velocidad de red cien veces superior a la actual.
2. Tiempo de respuesta en la red a una altísima velocidad (por debajo de un milisegundo).
3. Consumo energético mínimo.
La preocupación derivará en las empresas que ofrezcan el servicio 5G, ya que tendrán que tener un plan estratégico para ofrecer el servicio a un costo bastante competitivo y accesible al consumidor final.